El Tribunal Supremo ha sentenciado que el Estado es el propietario del dinero y los valores, bienes muebles y saldos de cuentas corrientes abandonados en las cajas de ahorro durante al menos 20 años sin que registren movimiento alguno, según una sentencia hecha pública ayer.Con esta decisión, el Alto Tribunal resuelve en contra de la pretensión de La Caixa, que consideraba que estas entidades tenían derecho a atribuirse dichos bienes porque son instituciones de carácter benéfico-social y no se les puede equiparar a los bancos o entidades financieras o de crédito.
Sin embargo, la Sala de lo Contencioso-administrativo del Supremo señala que las cajas realizan "actividades propias de las entidades de crédito" y quedan ya "muy lejos aquellas cajas que concedían préstamos a personas humildes".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de octubre de 1999