Renfe ha puesto a disposición de la policía cuatro club-car, coches eléctricos similares a los utilizados en los campos de golf, para que los agentes patrullen por las estaciones de Atocha y Chamartín, lugares habituales de trabajo de tironeros y descuideros. Poco antes de la presentación de los nuevos vehículos en el vestíbulo principal de Atocha, la policía detuvo a dos delincuentes comunes que merodeaban por la zona con la supuesta intención de robar.Los vehículos, biplaza y ecológicos, fueron presentados por el director general de la Policía, Juan Gabriel Cotino, y el director general de Renfe, Ramón Escribano. Cotino subrayó que las dos estaciones madrileñas se encuentran "entre las más seguras de Europa, quizás sólo superadas por la de Lisboa". Los coches han sido pagados por Renfe, aunque su director general no pudo precisar su coste.
Los coches eléctricos, con una velocidad de 40 kilómetros a la hora y ocho horas de autonomía sin repostar, pretenden cumplir una labor disuasoria del delito y facilitar rápidos desplazamientos por las dos enormes estaciones madrileñas. Vehículos similares funcionan ya en el aeropuerto de Barajas y la policía pretende disponer en breve de otras unidades en las estaciones de Sants (Barcelona) y Santa Justa (Sevilla).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de octubre de 1999