Despedir a una embarazada o a una madre adoptiva es casi imposible desde ayer. El Congreso de los Diputados dio su aprobación definitiva a la ley de Conciliación de laboral y familiar, que declara nulos estos despidos, así como los de embarazadas en situación de riesgo y los de las que tienen a un menor en acogimiento familiar. El empresario estará obligado a la readmisión inmediata si la causa del despido es alguna de estas situaciones.El texto, una de las apuestas del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales para acabar la legislatura y que ha sido tramitado de forma urgente, tiene como objetivo último impedir que las mujeres que quieran ser madres pongan en peligro su puesto de trabajo por ello o ni se atrevan a quedarse embarazadas por temor a perderlo. Entre las medidas que buscan este fin está el reparto de los permisos de maternidad entre ambos padres. Las seis primeras semanas después del parto se reservan para la madre, pero el resto -hasta 16- se las pueden repartir entre ambos padres, simultanear con el padre o cedérselas. La efectividad de esta medida choca con la realidad: sólo el 2% de los padres disfrutan de las últimas cuatro semanas de este permiso que ya les reconoce la ley.
El texto no sólo protege la maternidad biológica. En los casos de adopción o acogimiento de menores de seis años, los padres decidirán el disfrute de las 16 semanas y si la adopción se produce en otro país, se podrá adelantar el permiso para el viaje. La nueva ley prevé también la reducción de jornada y la excedencia para cuidar a familiares directos enfermos o discapacitados y contempla la baja retribuida para las embarazadas cuyo trabajo suponga un riesgo para su salud.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de octubre de 1999