En los juicios por malos tratos acostumbran a ser los padres los que se sientan en el banquillo de los acusados. En esta ocasión en cambio, el acusado fue el hijo. Javier T. P., de 26 años, deberá pasar nueve meses en prisión por delitos de malos tratos y atentado, y cumplir doce fines de semana de arresto por faltas de lesiones a sus padres. Así lo ha sentenciado el magistrado del Juzgado número 1 de lo Penal de Sabadell.Los hechos ocurrieron el pasado 27 de junio en Santa Perpetua de Mogoda, localidad del interior situada a unos 30 kilómetros de Barcelona. Javier T. P. discutió acaloradamente con su padre y le golpeó. La madre, al intentar interceder en la pelea, también fue golpeada por su hijo. Tras propinar una paliza a sus padres, el joven se resistió a la policía cuando ésta acudió al lugar alertada por los vecinos. Al ver a los agentes de la autoridad, Javier T. P. cogió una hacha y un cuchillo y no dudó en hacerles frente cuando aquéllos iban a detenerlo.
Ésta no era la primera vez que el joven actuaba con violencia en sus relaciones con sus primogenitores. Según las investigaciones policiales, el día antes de la pelea por la que ha sido juzgado también infligió malos tratos a sus padres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de octubre de 1999