Los cuatro capitanes del equipo español de Copa Davis tomaron ayer el mando, y aunque intentaron evitar las polémicas con Manuel Satana, al que sustituyeron, dejaron claro que no estaban de acuerdo con algunos de los métodos que había utilizado.El ejemplo más claro del cambio que se avecina se produjo cuando alguien les preguntó a Javier Duarte y a Josep Perlas -capitanes junto a Jordi Vilaró y a Juan Bautista Avendaño- si Àlex Corretja y Carles Moyà hubieran jugado en Lleida ante Brasil, en la primera eliminatoria que España perdió este año, con ellos en la capitanía. "Àlex no habría jugado porque no estaba bien", afirmó contundemente Duarte. "Ni tampoco hubiera viajado a Nueva Zelanda. Y si hubiera jugado en Lleida lo habríamos considerado un error", añadió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de octubre de 1999