ENVIADO ESPECIAL El ascenso al estrellato de Antonio María Rouco no cesa. El cardenal de Madrid y relator general del sínodo de los obispos clausurado ayer en Roma, ha sido elegido para el Consejo Postsinodal, encargado de redactar junto al Papa la exhortación apostólica de esta II Asamblea Especial para Europa. Los 179 prelados reunidos desde hace 23 días designaron también al cardenal Cristoph Schönborn, el arzobispo de Viena, que alzó su voz con gran severidad por la insolidaridad de los países ricos y contra el nuevo telón de acero que supone la política de migraciones impuesta en el Tratado de Schengen.Rouco ha sido un eficaz relator del decimosexto sínodo de Juan Pablo II. No fue el número uno de la asamblea de obispos continentales (papel reservado al Papa, al secretario general y a los tres presidentes delegados), pero sí el más laborioso. Junto a él y Schönborg, trabajarán junto al Papa los también cardenales Miloslav Vlk, de Praga, y Dionigi Tettamanzi, de Génova; y los arzobispos Nikolaos Fóscolos, de Atenas, el portugués José Saraiva, el lituano Audrys Juozas Backis, el ruso Tadeusz Kondrusiewicx, el polaco Jósef Miroslaw Zyzinski, el croata Josif Bozanic, el francés Joseph Doré, el alemán Karl Lehmann, el ucranio Lubomyr Husar y el arzobispo inglés de Westminster, Vincent Nichols.
El trabajo de coordinación realizado por Rouco ha sido germánico, pero además, en su discurso de apertura, acertó a colocar sobre la mesa los asuntos que quería escuchar la mayoría de los convocados. Sólo desafinó, y de manera estruendosa, la valiente propuesta de mayor colegialidad dejada por el brillante arzobispo de Milán, el cardenal Carlo María Martini, que sugirió la necesidad de convocar un concilio para preparar a la Iglesia ante los retos del tercer milenio. El viernes, en conferencia de prensa oficial, varios prelados de la curia desacreditaron la petición de Martini, lo que causó gran malestar entre otros muchos prelados que coinciden con el popular prelado milanés en reclamar una mayor participación de los 4.400 obispos del mundo en el gobierno de la Iglesia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de octubre de 1999