Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Posada, los peces y los tomates

"La Unión Europea no cambiará peces por tomates", dijo el ministro de Agricultura, Jesús Posada, en Valencia hace unas semanas. Ahora, esas palabras se vuelven en su contra, porque lo que propuso el comisario Fischler era justamente lo contrario: cambiar peces por tomates. Y por cítricos. Estos son los dos grandes cultivos que el Reino de Marruecos vende a la UE. Según datos del Ministerio de Agricultura y de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), el contingente anual de tomate fresco es de 150.676 toneladas, mientras que el de naranjas es de 300.000 toneladas y el de mandarinas es de 110.000. Así consta en el acuerdo de asociación firmado por la UE y Marruecos en noviembre de 1995. En cantidades mucho menores, el país norteafricano también puede vender a los países de la UE sin aranceles flores, patatas, cebollas, coles, lechugas, pimientos, sandías, membrillos, frambuesas, granadas, higos chumbos, uva, ciruelas, calabacines, pepinos y alcachofas. Todos estos productos, por la natural coincidencia de clima, se producen en la Comunidad, por lo que cada vez que se aumentan los kilos que pueden entrar a la UE sin arancel, los perjudicados son los agricultores valencianos, ya que el coste de producción es mucho más alto en España que en Marruecos. El país norteafricano juega la carta pesquera -el acuerdo con la UE acaba el 30 de noviembre y por tanto urge su renovación para evitar daños a la flota- para presionar y ampliar su mercado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de octubre de 1999