El incremento del 6,1% de la masa monetaria en la zona euro, muy por encima de las previsiones, apenas ha afectado a los mercados financieros, en los que los inversores están convencidos de que los tipos de interés no van a subir hasta que la economía alemana no muestre signos claros de recuperación.Las bolsas reaccionaron con cierta cautela y recortes muy ajustados por la subida de un indicador directamente relacionado con la inflación, pero el mercado de deuda apuntaba en sentido contrario, ya que la rentabilidad del bono español a 10 años bajaba hasta el 6,54%, 11 centésimas por debajo del cierre del martes.
A pesar de que el aumento de los activos en manos del público es un anuncio de posibles tensiones inflacionistas a corto plazo en la zona euro, la posibilidad de que suban los tipos de interés parece totalmente descartada, como demuestra la evolución del mercado de deuda, en el que los inversores han tomado posiciones a toda prisa para aprovechar unas rentabilidades que ahora parecen atractivas.
Los mensajes de las instituciones alemanas se han tomado como un dogma y sólo el euro ha salido perdiendo al desestimarse una subida inmediata del precio del dinero.
La moneda europea cayó hasta 1,0552 dólares, según el cambio oficial del BCE, pero en el mercado llegaba hasta 1,0520 dólares. Los inversores en divisas miran ahora hacia el yen, que cotizaba con un cambio oficial de 109,75 frente al euro, al tiempo que en el mercado japonés subía hasta 103,71 frente al dólar, el mejor cambio en casi cuatro años.
La contratación fue de 144.042 millones de pesetas en el mercado continuo, 865,71 millones de euros, de los que más de la mitad volvía a concentrarse en cuatro valores, entre los que se encontraba el último admitido a contratación, Inmobiliaria Colonial, con 13.854 millones de pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de octubre de 1999