El presidente ruso, Borís Yeltsin, aseguró ayer su "profunda indignación" por el intento de golpe de Estado que costó la vida al primer ministro armenio, Vazguén Sarkisián. Yeltsin "condenó la acción de los terroristas" y ordenó al embajador ruso en Yereván que transmitiera sus condolencias a las familias de las víctimas. El líder ruso subrayó la necesidad de "oponerse a todas las manifestaciones de terrorismo".En Washington, el presidente Bill Clinton, también condenó el ataque. "Estoy impresionado y entristecido por el ataque armado en el Parlamento armenio", declaró. El presidente norteamericano repudió "ese acto sin sentido contra quienes estaban activamente comprometidos en la construcción de una democracia para su país". Clinton aseguró que EEUU "seguirá ayudando al pueblo armenio a construir un futuro próspero, seguro y democrático".
El primer ministro turco, Bulent Ecevit, calificó el ataque de "suceso extremadamente triste y preocupante". Y aclaró: "Digo preocupante porque ya hay sucesos oscuros en el Cáucaso. La atmósfera es tensa. Ahora puede llegar a ser incluso más tensa".
El Gobierno español condenó asimismo la utilización de la violencia para subvertir el orden democrático y expresó su confianza en que se investiguen los hechos y se castigue a los culpables.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de octubre de 1999