El fiscal Javier Sánchez Junco finalizó ayer el informe de conclusiones en el juicio oral del caso Banesto con una descripción de los llamados artificios contables, a raíz de los cuales Mario Conde, Arturo Romaní, Enrique Lasarte, Juan Belloso y Ramiro Nuñez son acusados de presunto delito de falsedad en las cuentas anuales de Banesto.Sánchez Junco señaló que el Ministerio Fiscal estima que las presuntas manipulaciones contables, realizadas a través de diversas operaciones, encajan en el tipo penal del artículo 290 del Código Penal vigente. El fiscal planteó entonces si era procedente pedir la aplicación de dicho código cuando los presuntos delitos que se enjuician fueron cometidos en 1992 y 1993, es decir, con anterioridad a la entrada en vigor del citado código, en mayo de 1995.
Sánchez Junco hizo una vigorosa apuesta ante el tribunal sobre la necesidad de dictar una sentencia condenatoria en el asunto de los artificios contables al señalar que los hechos que pretende castigar el código penal vigente ya estaban tipificados como delitos en el código anterior. "Una cosa es que la falsedad ideológica practicada por los particulares haya sido despenalizada hasta cierto punto, y otra es el falseamiento de las cuentas anuales, con consecuencias no sólo para los accionistas de una entidad, en este caso Banesto. Nosotros sostenemos que era delito antes y lo es ahora. Por tanto, es lícita la aplicación del código penal vigente".
El fiscal apostó fuerte. "Entendemos que el tribunal debe estudiar muy cuidadosamente este punto porque tiene una gran responsabilidad. Hasta ahora con la idea de que se ha despenalizado la falsedad hay sentencias contradictorias del Tribunal Supremo que es necesario aclarar. Esta es una gran oportunidad para no dejar impunes las fasledades de las cuentas anuales. No se puede sostener que con ocasión de la sentencia de Rumasa, en febrero de 1997, se ha zanjado este punto porque no se dedicaba en ella sino una línea para este tema".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de octubre de 1999