El fiscal anticorrupción encargado de investigar el supuesto uso irregular de fondos de formación en la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Vicente González, ha solicitado los libros de contabilidad de IFNE, SL, entre 1993 y 1995, el periodo en el que pudieron suceder las posibles ilegalidades. IFNE, una sociedad ya disuelta, estaba participada por el cuñado de Luis Espinosa, ex secretario general de la CEV. La patronal valenciana pagó 40 millones de pesetas a la academia en 1994.
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González es el especialista de la acusación pública que intenta esclarecer si la cúpula de la CEV pudo utilizar irregularmente cerca de 200 millones de pesetas que, procedentes del erario público, debían haberse invertido en cursos de formación y reciclaje de trabajadores. En ese sentido, y después de tomar declaraciones a sus responsables, el fiscal anticorrupción solicitó los libros de contabilidad de IFNE, Patrick E. Petit, y Selva Comunicaciones, SL. Las dos primeras eran academias que facturaron diversas cantidades a la CEV. La última, una empresa de reprografía que trabajó esporádicamente para la patronal valenciana. En cualquier caso, ni Asunción Hernández ni Patrick Petit, los responsables de IFNE y la empresa de idéntico nombre, ni el gerente de Selva Comunicaciones, pudieron concretar en el Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia la cuantía de sus trabajos para la CEV.
Todos aseguraron no recordar los detalles de sus balances correspondientes a hace ya, como mínimo, cuatro años. Por ello, González decidió solicitar sus libros de contabilidad. La documentación que obra en el sumario de la investigación está compuesta de simples fotocopias, extraídas de los archivos de la CEV y en principio sin valor probatorio en un hipotético juicio.
El local de Espinosa
IFNE fue constituida en 1990 por Rogelio Ferrer Aleixandre, cuñado del actual responsable de la Agencia Española de Cooperación Internacional. La academia impartió, entre enero y agosto de 1994, cuatro cursos de formación ocupacional y otros 42 de formación profesional por encargo de la CEV. En ese periodo, el centro facturó el 89% de su producción total a la patronal. Asimismo, cobró otros nueve millones de pesetas por la realización de 11 cursos encargados, en este caso, por Cepymev.
Espinosa era el encargado de la gestión de los fondos de formación en 1993 y 1994. El ex secretario general de la CEV, imputado por un supuesto fraude en las subvenciones en el proceso penal abierto, era, además, propietario de parte del local en el que IFNE tenía su sede.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de octubre de 1999