La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento aprobó ayer el estudio informativo de la futura autovía que unirá las ciudades de Lleida y Huesca, que selecciona la denominada alternativa global número dos como la más recomendable. El presupuesto estimado de la obra asciende a 57.200 millones de pesetas, de los que 2.200 se destinarán a expropiar los terrenos, la mayor parte de los cuales son de regadío.El documento, que se someterá ahora a información pública, estudia tres corredores alternativos para la autovía, definidos a través de una franja de 30 kilómetros de anchura entre Lleida y Huesca. De las tres opciones de propuestas, los técnicos recomiendan, "por razones medioambientales, económicas, sociales e industriales", el trazado que discurre en paralelo a la actual carretera N-240. Esta alternativa, de 106 kilómetros de longitud, atraviesa 21 términos municipales, 19 de la provincia de Huesca y dos de Lleida, y reducirá en 25 minutos el tiempo de viaje entre las dos ciudades, que ahora es de 97 minutos. Los técnicos prevén que el primer tramo de la obra -la variante de Monzón- puede estar acabado en el año 2003 y seis años después el resto de la autovía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 1999