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Foo Fighters se inclinan por el rock tradicional en su tercer disco

El grupo del ex miembro de Nirvana inicia una nueva etapa

Los norteamericanos Foo Fighters, creados por el que fuera batería de los míticos Nirvana, Dave Grohl, acaban de lanzar su tercer disco: There"s nothing left to lose. Tres de sus componentes -el citado Grohl, el bajista E. Taylor y el nuevo guitarrista, Chris, tras el abandono de Franz Stahl - explicaron que han dejado de lado el punk-rock por un rock más lírico en una producción que hicieron en su propio estudio.

Este There"s nothing left to lose (No queda nada qué perder) ha sido grabado en cuatro meses y en medio de circunstancias muy peculiares, ya que, como Dave Grohl expuso: "Cuando nos pusimos a ello ni siquiera estábamos en una compañía de discos. Nosotros teníamos la posibilidad de hacer un disco más para nuestra antigua compañía o bien marcharnos. Escogimos la segunda opción y nos fuimos a Virginia, en donde montamos nuestro propio estudio de grabación".El título escogido para el álbum hace referencia a esta situación: "en la época en la que buscábamos título, teníamos una buena amiga que estaba pasando por un momento muy bajo en lo personal. No tenía nada que perder e, hiciera lo que hiciera, habría de ser por ella misma. Nosotros nos sentíamos también un poco así, aunque no en lo profesional".

Grohl que, como de costumbre, muestra unas tremendas ganas de divertirse y no para un momento de jugar, explicó que las canciones de su nuevo disco -temas como el primer sencillo elegido Learn to fly o Stracked Actors, Brakout o Generator- están muy alejadas del punk-rock que marcó la senda del grunge, la marca de Nirvana: "Oímos a muchas bandas punks de la actualidad, pero no nos interesa hacer lo que ellos. Para tocar punk-rock hay que estar cabreado todo el tiempo. En nuestro caso, lo que hiciérmaos no sería real, porque no estamos cabreados con nada, ni con nadie".

Por el contrario, Foo Fighters son conscientes de haber escogido una senda más lírica y tranquila: "Después de más de diecisiete años escuchado música ruidosa y rápida, nos apetecía hacer algo más relajado".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 1999