El último vestigio de la fábrica de cementos Portland-Valderribas desapareció ayer con el derribo de su esbelta chimenea de hormigón. Media 90 metros, y para ello se utilizaron las técnicas más modernas en la tala de grandes árboles. La fábrica que se ha transladado a Morata de Tajuña, convivió más de ochenta años con los vecinos de Vicalvaro. Las obras del nuevo barrio de Valderribas comenzaron en abril de 1998.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 1999