Euskal Herritarrok se desmarcó ayer de sus socios del bloque nacionalista en el Parlamento vasco, PNV y Eusko Alkartasuna, y se negó a secundar una declaración sobre la violencia callejera que había defendido ante el pleno de la Cámara el portavoz peneuvista, Joseba Egibar. Es la primera vez, desde la firma del Pacto de Lizarra, que Euskal Herritarrok se distancia claramente de los dos partidos que forman el Gobierno de Vitoria, y lo hace en vísperas de que empiece la discusión parlamentaria de los Presupuestos. Euskal Herritarrok votó en contra de una proposición presentada por el PNV para contrarrestar otra socialista que condenaba la violencia callejera. El texto defendido por Egibar recogía lo que sobre la cuestión se acordó en el pacto de legislatura firmado por las formaciones nacionalistas. Pero EH consideró que la declaración no se ajustaba al pacto, y su portavoz, Arnaldo Otegi, argumentó que su formación estaba harta de debatir sobre la violencia en el Parlamento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 1999