El rugby ha sido siempre el mayor ejemplo del deporte colectivo y la IV Copa del Mundo volvió a confirmarlo. Australia hizo la demostración final en el campo del Milenio, de Cardiff, imponiéndose a Francia, por 35-12. Los Wallabies, que sumaron así su segundo título mundial en cuatro ediciones (Nueva Zelanda y Suráfrica ganaron las restantes), fueron los mejores entre los grandes porque demostraron ser el bloque más compacto en defensa y en ataque. Ayer, contra una dignísima Francia, sacaron de nuevo a relucir su tremenda fuerza y orden para frenar cualquier tipo de intento ofensivo rival y tuvieron los detalles suficientes después para sacar partido de sus ataques. En semifinales, frente un contrario más parecido, Suráfrica, debieron llegar a la prórroga, pero ante los franceses resolvieron mucho antes.La primera parte fue un gran ejercicio de táctica por parte de ambos equipos para abrir huecos, con bastante juego a la mano, pero sólo se marcaron diferencias a base de transformaciones de golpes de castigo en el esperado duelo de pateadores: el zaguero Burke (27 puntos al final) y el apertura Lamaison (12). Francia incluso estuvo por delante (0-3, 3-3, 3-6) hasta el minuto 12, pero la presión australiana fue poco a poco dando sus frutos hasta el descanso (6-6, 9-6, 12-6). Los Wallabies, siempre seguros en defensa, ya no perderían el dominio del partido (15-6, 15-9, 18-9, 18-12, 21-12). Pero de su presión defensiva también sacaron rendimiento en ataque. En el minuto 66, tras rozarlo ya dos veces con escapadas espléndidas del tres cuartos centro Horan, llegó la puntilla con el primer ensayo del ala Tune (28-12). El segundo, al borde del final, incluso sobraba, pero el tercera línea ala Finegan, que entró (mi. 53) para acompañar al impresionante número 8 Kefu, se permitió ensayar estilo Lomu arrollando a seis franceses.
En cualquier caso, buena prueba de que Australia brillló mucho más en bloque fue que el desaprovechado all black Lomu volvió a ser la estrella del torneo con sus ocho ensayos, y que el mayor anotador fue el argentino Quesada, con 102 puntos, por 101 de Burke. El rugby sigue mirando al sur y Australia organizará la V Copa del Mundo 2003.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de noviembre de 1999