Quisiera, desde estas líneas, proclamar mi hastío sobre lo que podríamos llamar la "dialéctica del latiguillo" con la que el presidente del Gobierno, y con él todo su séquito, nos castiga a diario. Y es que como tal puede catalogarse la práctica que opone un "ustedes no pueden darnos lecciones, ustedes mejor no hablen, ustedes lo hicieron peor" a cualquier intervención crítica de algún miembro del PSOE para con su gestión.Señor Aznar: hay algunos a los que su estrategia no nos sirve; en este país ya hemos desperdiciado muchos años mirándonos en el pasado. Por política hay quienes entendemos y exigimos algo tan simple como el compromiso con la voluntad del pueblo. En política no basta con hacer las cosas mejor que los de antes (algo, cuando menos, discutible): hay que hacerlas bien.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de noviembre de 1999