José María Aznar todavía no tiene designado al director de su campaña electoral. Algo que el PSOE y Joaquín Almunia resolvieron antes del verano con Ciprià Ciscar. El nombre del jefe de campaña del PP, sin embargo, ya está consensuado entre Aznar y Javier Arenas, el secretario general del partido, pero no se quiere dar a conocer para no trasladar a la opinión pública que se inicia oficialmente esa etapa electoral. El puesto recaerá finalmente en algún dirigente del PP de perfil político, de la confianza personal de Aznar y con la similar autoridad moral en el partido a la de Mariano Rajoy, ahora vicesecretario general y ministro de Educación y Cultura, que fue el responsable de la anterior campaña. Varios dirigentes del PP han planteado, sin embargo, en el entorno más directo de Aznar en La Moncloa, que esa responsabilidad requiere de alguien con la trayectoria, personal y política, de Miguel Ángel Rodríguez, su ex jefe de prensa durante 10 años y el primer portavoz de su Ejecutivo.
La discusión no es en absoluto menor porque Aznar es consciente de que en esta campaña el que se la juega es él. Y porque ha trascendido, entre dirigentes del PP de su confianza, cierto malestar por cómo han llevado Arenas y su equipo las últimas campañas (europeas, municipales y autonómicas de junio y catalanas de octubre). Aznar no quiere errores, contratiempos o personas a su alrededor que apenas conoce, como sucede con miembros del PP que por su falta de relación con el presidente apenas se atreven a acercarse y plantearle algo crítico.
Los que sugieren la vuelta de Rodríguez creen demandar un retorno a las estrategias más duras, pero teóricamente más independientes, ejecutadas por éste en anteriores comicios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de noviembre de 1999