Tres nuevos episodios de violencia callejera se registraron este fin de semana en el País Vasco. Grupos de jóvenes radicales prendieron fuego en la noche del sábado a tres cajeros automáticos de oficinas bancarias en las localidades vizcaínas de Durango y Berriz, distantes entre sí pocos kilómetros. Ninguno de los incidentes ocasionó heridos aunque uno de ellos sí requirió que la Ertzantza ordenase el desalojo de los vecinos del inmueble situado sobre la oficina atacada.Sobre las once de la noche del sábado varias personas sin identificar arrojaron varios artefactos incendiarios al interior del recinto donde se encuentra el cajero automático de una sucursal del BBV. La densidad del humo aconsejó a la policía autonómica vasca el desalojo del vecindario de un edificio de cinco pisos cuyos bajos ocupa el banco. La fachada se veía ayer por la mañana totalmente ennegrecida hasta el primer piso.
Poco después del ataque de Durango, en la cercana localidad de Berriz y por el mismo procedimiento, prendieron fuego en otras dos entidades bancarias. Los objetivos fueron asimismo los cajeros automáticos de sucursales bancarias, una perteneciente también al BBV y la otra al BSCH. En Navarra, unos desconocidos quemaron contenedores de basura en Pamplona y Lodosa.
Por otra parte, dos jóvenes detenidos el viernes en Bilbao durante una manifestación radical por intentar cruzar contenedores y vehículos en la calzada pasaron el sábado a disposición judicial y quedaron luego en libertad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de noviembre de 1999