Todos los miembros de la banda, con catarro, y el abuelo, tan campante. La persona mayor a la que se alude es, por supuesto, el teclista Joe Zawinul, un músico refinado y culto de andares campechano. Luego resulta que el trabajo de este hombre duro de 67 años consiste en manejar materiales intangibles y vaporosos, y en aglutinar sonidos coloristas recolectados aquí y allá para dar cuerpo a una idea igualitaria y global de la música.El cofundador de Weather Report demostró en el segundo concierto del festival de Madrid que sigue siendo el discípulo más cosmopolita de Miles Davis. Poco importa que su tradición venga dictada por la compleja galanura de Mozart o la magnificencia orquestal de Wagner y Bruckner. El austriaco emigrado a Estados Unidos, en lugar del piano de sus orígenes, prefiere desde hace años una aparatosa batería de teclados, de los que extrae sonidos que suenan a bromas sagaces dichas con timbre voluntariamente innoble y juguetón.
Joe Zawinul Syndicate
Joe Zawinul (teclados y voz), Gary Poulson (guitarra), Victor Bailey (bajo eléctrico y voz), Karin Ziad (batería y grunbi) y Manolo Badrena (percusión). XX Festival de Jazz de Madrid. Círculo de Bellas Artes. Madrid. 14 de noviembre.
En el Zawinul Syndicate se entra para trabajar en serio y hombro con hombro, y de acuerdo con estas normas se comportaron los cuatro músicos que apoyaron con todas sus fuerzas al teclista. Todos juntos ofrecieron un concierto eufórico, saturado de galopadas al límite sólo interrumpidas por remansos de lirismo inocente. Hasta la ocasional horterada burlona tenía bien merecidos los cien años de perdón porque estaba hecha de buena fe y con sentido. El público agradeció la entrega incondicional y despidió en pie al saludable abuelo y sus griposos músicos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de noviembre de 1999