China alcanzó ayer un sueño que perseguía desde hace 13 años: entrar en el comercio mundial. El gigante asiático cerró un pacto con EEUU que allana el camino para incorporarse a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y para que todos los países puedan vender sus productos en un mercado de más de 1.200 millones de habitantes. China se compromete a rebajar sus aranceles y a eliminar subvenciones a las exportaciones, aunque aún debe limar las divergencias que mantiene con varios países, especialmente con algunos pertenecientes a la Unión Europea. Fuentes de la UE estiman que China podrá acceder al comercio mundial en la cumbre que la OMC celebrará este mes en Seattle (EEUU).
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de noviembre de 1999