El moderado aumento de la inflación estadounidense en octubre es una alivio para la Reserva Federal (banco central), que parece coincidir con los mercados bursátiles en que no habrá necesidad de subir nuevamente los tipos de interés en lo que resta del año. Entre junio y el miércoles pasado, la Reserva Federal aumentó tres veces los tipos de los fondos federales, llevándolos del 4,75% al 5,50% en tres subidas de un cuarto de punto cada una, para frenar un posible espiral inflacionista. Los tipos están ahora al nivel de antes de la crisis asiática.En concreto, la inflación en octubre aumentó dos décimas, del 0% al 0,2%, con respecto al mes anterior, lo que supone el mejor resultado de los últimos cuatro meses. La inflación interanual se situó en el 2,8%, muy por encima del aumento del 1,6% de 1998, debido a la fuerte subida de los precios energéticos.
Si a estos datos se añade que el PIB estadounidense ha crecido un 4,8% en el tercer trimestre y que el paro se mantiene en el 4,1%, el más bajo en 30 años, menos razones tiene la Reserva Federal para curarse en salud.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de noviembre de 1999