La Asamblea de Okupas de Donostialdea interpusó ayer en el Juzgado de Guardia de San Sebastián una querella contra el alcalde donostiarra, el socialista Odón Elorza, y contra varios agentes de la Guardia Municipal por la comisión de los presuntos delitos de "allanamiento, vejación y detención ilegal" durante el desalojo de una vivienda en el barrio de Gros.La demanda tiene su origen en una actuación de los policñias locales el pasado 16 de septiembre. Ese día, los agentes obligaron a varios jóvenes que habitaban desde el 11 de junio la Villa San José a desalojar el edificio. Lo hicieron, según el testimonio de los okupas, "tirando la puerta a mazazo limpio" y "a tortazos y empujones". La operación concluyó con la detención de nueve de los inquilinos del inmueble, que fueron puestos después en libertad.
Los miembros del citado colectivo responsabilizaron ayer a Elorza de una actuación realizada "sin la correspondiente orden judicial" y desarrollada de forma "ilegal, brutal y a toda costa". La vivienda estaba ubicada entre el barrio de Gros y la zona de Atotxa en Egia, donde se está procediendo a importantes actuaciones para su reurbanización. El edificio fue derribado tras el desalojo, pero los okupas adujeron ayer que no era necesario, a la vista del retraso de las obras.
Acusaron a Elorza de ejercer una política "represiva" para afrontar el problema de la vivienda y recordaron que hay 14.500 inmuebles vacíos en San Sebastián. "El alcalde no está dispuesto a admitir la okupación por los jóvenes porque si todos hiciéramos lo mismo, el montaje especulativo iría al traste", criticaron.
"Gabinete de crisis"
La presentación de la querella contra el alcalde y los agentes municipales se produjo el mismo día en que se lanzó otra iniciativa para hacer frente a la problemática de la vivienda en San Sebastián. La coalición PNV-EA pidió la creación de un gabinete de crisis, integrado por el Ayuntamiento, la Diputación guipuzcoana, el Gobierno vasco y otras instituciones, para analizar las causas de que la capital guipuzcoana se encuentre en la parte alta de todas las estadísticas sobre carestía de la vivienda. El concejal de EA Enrique Arana recordó ayer que el precio de los pisos usados ha aumentado en la ciudad un 43% en tan sólo un año y que el coste de la vivienda nueva ha ascendido en otro 34%.
El edil presagió malos tiempos para los donostiarras que quieran comprar un inmueble, porque no se prevén grandes operaciones de construcción para los próximos años. El suelo en San Sebastián es escaso y Arana se mostró convencido de que además de la entrada en el euro, la tregua de ETA también ha propiciado la subida de los precios. "Nos preguntamos qué va a pasar cuando no hay oferta. Para el 2001-2002 no existe ninguna promoción de más de 100 viviendas", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de noviembre de 1999