La libre circulación de las mercancías es uno de los postulados fundamentales de la Unión Europea y de todo el comercio mundial en general. Su cara menos amable es que también es un terreno abonado para las pillerías destinadas a saltarse a la torera el pago de impuestos. La unidad fiscal del cuartel de la Guardia Civil de Eritaña (Sevilla) ha puesto a disposición judicial a un individuo residente en Camas al que acusa de intentar lucrarse con el comercio en Jerez y Sevilla de bebidas alcohólicas sin pagar el IVA, que supone el 16% en las los espirituosos. Tras registrar un almacén mayorista de Jerez, los agentes fiscales de la Guardia Civil localizaron tres partidas de Martini (más de 21.000 botellas) que no cumplían los requisitos comerciales comunitarios, aunque sospechan que se pueden haber movido más de 80.000 botellas de licor de manera fraudulenta.Al igual que sucede en muchos casos con el contrabando de tabaco, las mercancías se trasladan de depósito fiscal a depósito fiscal, hasta que en un momento del recorrido se despistan. En el caso de las botellas de Martini aprehendidas, el fraude no estaba en el contenido -que es el mismo vermut producido por la misma compañía- sino introducir material desde Portugal (botellas con menos capacidad y un grado más de alcohol) y Bélgica sin pagar los impuestos correspondientes en ningún país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de noviembre de 1999