El departamento de Trabajo de Estados Unidos anunció ayer la implantación de normas ergonómicas en todos los lugares de trabajo, que eviten o reduzcan los daños musculares y vertebrales causados por malas posturas. Esas normas obligarán a cambiar los espacios y mobiliarios de 1,9 millones de centros de trabajo del país, uno de cada tres, y beneficiarán a 27 millones de empleados. Las organizaciones empresariales protestaron por la nueva normativa que, según adelantaron, les provocará una inversión mínima de 30.000 pesetas por puesto. Tendrán que ser cambiados teclados y pantallas de ordenadores, al igual que sillas y mesas, para responder a criterios ergonómicos, es decir, que no causen lesiones a los empleados que usen esos instrumentos durante largas horas.
El departamento de Trabajo calcula que 1,8 millones de personas sufren cada año problemas musculares y vertebrales relacionados con la mala posición en la que trabajan. De esa cifra, 600.000 se ven obligados a tomarse una baja laboral para paliar dolores en el cuello, los hombros o la columna.
Los empleados que sufran problemas tendrán que ser trasladados a tareas menos pesadas, recibiendo el 100% de su sueldo. Los que sean dados de baja recibirán el 90% de sus salarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de noviembre de 1999