El diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe, censuró ayer con contundencia el rebrote de la violencia callejera. Expresó su "indignación" por la quema del turismo de la edil del PP en Rentería María Ángeles Bastos, en la madrugada del domingo, y su "preocupación" por el robo el sábado de una máquina troqueladora en Eibar. "Los que utilizan medios violentos", afirmó, "actúan contra el proceso de paz". Las declaraciones de Sudupe fueron firmes de todo punto. Más allá de condenas y manifestaciones de repulsa, el diputado general de Guipúzcoa denunció la conducta de quienes coartan las libertades en el País Vasco. Con la quema del vehículo de Bastos se constata, a su juicio, que "hay quienes se empeñan en pisotear los derechos humanos y las libertades de las personas con una contumacia y cobardía que no producen sino irritación y la profundización en los abismos que dividen a esta sociedad".
La última manifestación de la violencia callejera aumentó la "preocupación" de Sudupe. "Pasan los meses y se repiten acciones de vandalismo y violencia" que, en su opinión, "suponen un verdadero torpedeo por debajo de la línea de flotación del proceso de paz". "Que no nos vengan con milongas. No hay paz con cócteles molotov. La paz se hace con diálogo, respeto y generosidad", concluyó el político peneuvista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de noviembre de 1999