Los nuevos y buenos fotógrafos tienen el don de abrir para el espectador ventanas de una realidad que fue o que sigue siendo, e incluso de una realidad posible. El concurso que Caja San Fernando convoca cada año (que cuenta ya con 11 ediciones) es una prueba de lo que la fotografía española puede ofrecer. Los inquietantes contraluces de Juan Jesús Huelva, el colorido explosivo en la obra de Julio López, el retrato panorámico de Juan Miguel Alba o la poética en blanco y negro de Julián Ochoa se pueden apreciar en una muestra abierta hasta el día 10 en la Sala San Fernando (Avda. León de Carranza, 26-27) de Cádiz.- A. L.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de diciembre de 1999