Los responsables de la residencia de la tercera edad pública de Carlet, la mayor de toda la comunidad con unas 500 camas, tardaron el pasado fin de semana más de 12 horas en advertir el fallecimiento de Isabel G. I., una residente de 86 años. El centro tuvo constancia de la desaparición de la anciana sobre las 18 horas del viernes, tras comunicar la compañera de habitación la ausencia de la mujer a los responsables del centro, como reconoció ayer la propia Consejería de Bienestar Social. Hacia las 9 horas de la mañana del sábado, un funcionario encontró a la mujer en el exterior del edificio, sin vida, con signos de haberse arrojado al vacío.Bienestar Social señaló ayer que a la anciana, que ingresó en el centro el 10 de noviembre, no se le detectó ningún tipo de enfermedad o antecedentes depresivos en el informe médico que se le realizó.
Estas mismas fuentes destacaron que se trataba de una residente "no asistida", es decir, que podía valerse por sí misma, por lo que "podía entrar o salir del centro cuando quisiera". Y señalaron también que al tener conocimiento de su desaparición el viernes por la tarde, buscaron a la residente en las inmediaciones del centro sin llegar a encontrarla. El director de la residencia de Carlet, Germán Bonet, se negó ayer a ofrecer detalles sobre la desaparición de la mujer. Únicamente se limitó a afirmar que en el centro que dirige "mueren muchas personas", ya que, "la media de edad de los internos ronda los 82 años".
Así, entre el pasado fin de semana y el anterior, son dos ancianos los que han fallecido en sendos centros de titularidad pública a consecuencia de muertes violentas. El sábado 20 de noviembre, un hombre de 77 años falleció en la residencia de Orihuela por los golpes que le asestó su compañero de habitación, de 62 años, con antecedentes de comportamientos esquizofrénicos.
En la residencia de Carlet, en 1996, un anciano falleció quemado en un pasillo en esta misma residencia, sin que nadie lo advirtiera durante cuatro horas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de diciembre de 1999