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Tribuna:

Autocrítica

JAIME ESQUEMBRE

Desafiando a la dirección provisional del partido, que les ha hecho llegar una misiva en la que "recomienda" no celebrar debate alguno sobre la crisis interna de la organización dada la proximidad de una confrontación electoral -lo que es tanto como apostar abiertamente por la hipocresía y el engaño como estrategia política de futuro-, los socialistas de Benidorm han diseñado un extenso y apretado calendario de mesas redondas, abiertas al público, en las que se concede la posibilidad de ahondar en la división y sus posibles soluciones a todo tipo de invitados, incluidos los periodistas. En la ciudad turística parten de la base de que silenciar el conflicto, lejos de favorecer unos intereses partidistas, contribuye a aumentar el descontento. Reivindican allí el derecho a la autocrítica como terapia de grupo a partir de la cual puedan ellos mismos ocupar la mesa redonda, una vez despedidos los invitados, e intentar la búsqueda de soluciones.

El viernes, un militante reclamó a los periodistas que ejercieran el papel de mediadores entre la base y la dirección del partido, a la que, concluyo, reclaman un gesto: el de dejarse ver por las agrupaciones para explicar por qué están a punto de enfrentarse a un segundo proceso electoral sin dirección legitimada por los votos, y por qué tienen que tener la boca cerrada cuando lo que les pide el cuerpo es debatir abierta y libremente. Le contestamos que si después de más de cien años de historia, no habían sido capaces de activar los mecanismos que permitan una fluida comunicación, peor les ha de ir.

De las intervenciones del público extraigo la conclusión de que el entendimiento es difícil,para mayor gloria de los populares. Las posturas se han radicalizado, y la inmensa mayoría de los militantes están contaminados por alguno de los bandos enfrentados. Han firmado una tregua, que algunos violan, pero ya se sabe que estos paréntesis acaban agrietándose y llegan incluso a provocar pantanadas. El próximo combate está cercano: ayer mismo empezaron las reuniones secretas para las listas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de diciembre de 1999