El alcalde de Éibar, el socialista Iñaki Arriola, y la representante municipal del PP, Regina Otaola, firmaron ayer, junto a un representante más por cada partido, el pacto de gobierno local que garantizará la estabilidad, mediante el apoyo externo popular, a la hasta ahora precaria minoría mayoritaria. El de Éibar es el cuarto pacto municipal que cierran socialistas y populares vascos tras los comicios de junio, sumándose a los ya suscritos en San Sebastián, Irun y Trapagarán. El acuerdo establece que los representantes socialistas integrarán en solitario la comisión de gobierno municipal y tendrán las presidencias de todas las comisiones, salvo las de Servicios Sociales, Economía e Industria y Comercio, que corresponderán a ediles del PP.
Iñaki Arriola declaró tras la firma del documento que se trata de un pacto sobre todo "de gestión" cuyo objetivo principal consiste en "dar un impulso a la ciudad mediante propuestas ambiciosas y realistas". El primer edil descartó que pueda hacerse de este pacto una lectura "frentista".
Otaola recordó la tradición "liberal" que tiene la localidad guipuzcoana para advertir que "van a fracasar quienes quieran llevar a Éibar por las vías nacionalistas". La representante popular precisó que el pacto suscrito no supone que su partido vaya a dar un "cheque en blanco" a los socialistas y, como se trata de un acuerdo de gestión, en cuando constaten algo que no les guste "lo advertirán".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de diciembre de 1999