La dirección de Hilados y Tejidos Puigneró confirmó ayer su voluntad de despedir a unos 300 trabajadores de los 1.970 empleados en las factorías de Prats de Lluçanès y Roda de Ter (Osona). Pese a este anuncio oficial, el plan de regulación laboral no se presentará hasta pasadas las Navidades. El motivo de este retraso es, según la dirección de Puigneró, que no se quiere amargar las fiestas a los trabajadores.La cifra exacta de los despedidos la dio ayer el director financiero de Puigneró, Domènec Pérez, una semana después que los sindicatos apuntaran esta posibilidad. Pérez justificó la traumática medida señalando que "el mercado atraviesa una situación difícil". Para superar esta crisis, la empresa parará las máquinas que fabrican hilo de baja calidad, un producto que no puede competir por los bajos precios asiáticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de diciembre de 1999