Joan Ignaci Pla cabeza visible de los renovadores socialistas, ha terminado por soliviantar a sus parciales debido al entreguismo que practica con el fin de consolidar su candidatura al Congreso. Por mor de la pacificación del partido se ha convertido en un peón de Ciprià Ciscar, dejando en la estacada a quienes lo entronizaron como portavoz del recambio. Sobrevivir en política obliga a ciertos sesgos, pero cuando son tan desvergonzados conllevan el desprestigio, agravado por tratarse del sucesor de Joan Romero.Carlos González Cepeda, delegado del Gobierno en la CV, no tiene en su mano la receta para erradicar la delincuencia ni impedir que se enquiste en ciertas áreas del país valenciano. Pero algo y pronto habrá de hacer para desalentar a los ciudadanos propicios a la creación de patrullas de autodefensa, necesarias cuando fracasa el orden y las fuerzas públicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de diciembre de 1999