Ruego encarecidamente a los padres y madres de niños que estas navidades piensen, a la hora de los juguetes, en suprimir las armas entre los regalos. Todos sabemos las consecuencias que las armas acarrean en nuestro mundo.- . .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de diciembre de 1999