Coincidiendo con la demolición de mercados llevada a cabo por el Ayuntamiento de Madrid, resulta que el del general Torrijos va a ser demolido para dejar sitio a 160 pisos ya que, según Ignacio del Río, "el edificio no da continuidad a la calle, al ser inferior su altura a las colindantes". Bien. ¿Escasean los espacios abiertos en ese barrio, verdad? Hay que especular más, allá donde la luz del sol llegue a un barrio tan colmatado de viviendas, como el de Salamanca. Es curioso, pero en esta ciudad, el nuevo Plan de Urbanismo ha descatalogado bastantes más edificios con altura inferior (sobre todo en el distrito Centro), o bien se reforma un edificio que ha sido ampliado y se le mantiene la ampliación, en lugar de recuperar la concepción original del mismo, aunque resulte más armónico, por no hablar de los que amplían por ser "demasiado bajos", como el teatro Alcalá Palace, o la fábrica neomudéjar de la ronda de Valencia, aunque el resultado final sea más agobiante, tal es la pasión por especular. En total, Madrid se está convirtiendo en una ciudad de volúmenes donde la vista del cielo cada vez será más anecdótica y las tortícolis, más frecuentes. Y todo gracias a la política del Consistorio con las inmobiliarias.- . .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de diciembre de 1999