Los trabajadores de Bazán de San Fernando (Cádiz) creen que éste es "el mejor momento" para que la empresa, dedicada a la construcción naval militar, reinicie la construcción de transbordadores de aluminio, una actividad para la que fue vetada por la UE hace varios años. La intención de Trasmediterránea de construir tres nuevos transbordadores rápidos, que operarán en el Estrecho de Gibraltar, es, a juicio de Joaquín Chulián, presidente del comité de la Bazán de San Fernando, "el momento coyuntural oportuno". Al concurso de Trasmediterránea han acudido cinco compañías, ninguna de ellas española. Entre las firmas que optan al contrato, por un valor cercano a los 20.000 millones de pesetas, figura la norteamericana Alter Marine. Esta compañía creó con el astillero militar español una sociedad, Alter-Bazán, con las acciones repartidas al 50%. Chulián cree "sorprendente" la decisión de la compañía americana de participar en el concurso de la naviera española. "Alter Marine no tiene la tecnología de Bazán, sólo un acuerdo para contar con la colaboración de nuestra Oficina Técnica, pero no en este caso", dijo Chulián. "La tecnología no se ha vendido, sigue siendo de Bazán", añadió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de diciembre de 1999