La Fiscalía de la Audiencia de Valencia solicitó ayer tres años de prisión para cinco guardias civiles acusados de contrabando de tabaco. La acusación pública sostiene que los funcionarios se organizaron para descargar de un buque amarrado en el puerto de Valencia más de 20.000 cajetillas de cigarrillos. Efectivos del Grupo Investigación Fiscal y Antidroga (GIFA) de la Guardia Civil detuvieron a sus compañeros el 25 de febrero de 1998, después de que unas escuchas telefónicas revelaran la posible existencia de un grupo de agentes dedicado al contrabando de tabaco.Los funcionarios del GIFA que declararon ayer explicaron cómo pudieron observar a los acusados mientras transportaban en los vehículos de tres de ellos varias cajas con cigarrillos desde el muelle hasta la vivienda del sargento Joaquín J. F.
Por su parte, los procesados negaron toda relación con el contrabando de tabaco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de diciembre de 1999