Educación pretende reformar el sistema actual que establece una materia de Religión evaluable y unas actividades alternativas, obligatorias para los que no estudien Religión, pero no evaluables. Después de múltiples idas y venidas, su intención es establecer en toda la enseñanza obligatoria (de 6 a 16 años) una sola materia, Educación en Valores, pero que se podrá recibir "desde una opción confesional o desde otra no confesional", según elijan los padres o los alumnos. En esta materia se impartiría la historia de las cuatro principales confesiones presentes en España: católica, musulmana, protestante y judía.Cuando se imparta desde el punto de vista de una determinada confesión, ésta tendrá más peso en el currículo que las demás. En la opción no confesional se deberán enseñar "los valores de la tolerancia activa".
Según Jorge Fernández, hay que superar la tradicional dicotomía entre religión y alternativas, porque la comunidad escolar no está contenta con esta situación. También considera imprescindible que la nueva materia que se establezca sea evaluable, porque, de no ser así, "es insostenible".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de diciembre de 1999