El pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer por unanimidad endurecer las penas por la sustracción del propio hijo. La finalidad de las dos proposiciones de ley aprobadas, del PP y del PSOE, es la misma - garantizar que este tipo de acciones sea considerada un delito-, pero son más testimoniales que efectivas, ya que es improbable que puedan ser tramitadas en lo que queda de legislatura.La aplicación del Código Penal de 1995 ha provocado que estas sustracciones se juzguen con frecuencia como falta, explicó la portavoz del PP, María Bernarda Barrios. El camino elegido por su partido es equiparar esta acción al secuestro, castigado con entre cuatro y seis años de cárcel; el del PSOE, considerarlo un delito contra la familia (de seis meses a dos años e inhabilitación de dos a cuatro años para hacerse cargo del menor).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de diciembre de 1999