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Almunia acusa a Aznar de alinearse con los países más reacios a reformar la Unión Europea

El secretario general socialista, Joaquín Almunia, acusó ayer al Gobierno de alinearse con los que quieren "menos Europa" y de no impulsar "las reformas que permitan a España desarrollar su capacidad competitiva y situar sus intereses en el contexto de una Unión fuerte". Y añadió que el Ejecutivo ha protagonizado "un ejercicio de propaganda sin ningún contenido". Almunia marcaba así distancias con el Gobierno en el debate parlamentario sobre la cumbre europea de Helsinki, que ha abierto un proceso de negociación para la integración en la UE de 13 países, entre ellos Turquía.

Aznar replicó a Almunia que "España ha estado desde un principio en el grupo fundador del euro", le recordó la presencia española en la estructura militar de la OTAN, su papel en el grupo de cinco países que redactó el documento sobre seguridad y defensa en Helsinki, su presencia en las operaciones humanitarias de Bosnia y Kosovo o su participación en la reciente creación del primer grupo industrial de Defensa europeo. Además, reclamó para España la iniciativa de la cumbre de Tampere, que abordó temas de seguridad y justicia, o el papel de impulsor de la reunión entre la UE y América Latina en la pasada cumbre de Río de Janeiro.Almunia afirmó que la ampliación supone "un paso adelante", dio su apoyo a la decisión de otorgar a Turquía su condición de candidata a la adhesión y respaldó el acuerdo de crear un contingente militar europeo para intervenciones rápidas. Todas estas coincidencias en los temas de fondo aprobados por el Consejo Europeo no ocultaron, sin embargo, el profundo desacuerdo socialista con la agenda restringida de la Conferencia Intergubernamental, que debe estudiar las reformas de las instituciones de la UE para permitir su ampliación. "Parece contradictorio", afirmó Almunia, "que al tiempo que se decide abrir un proceso de ampliación se haya sido tan restrictivo con las reformas que son necesarias para que la ampliación tenga éxito". El principal dirigente socialista acusó a Aznar de haber figurado en el sector más reacio a la reforma de las instituciones europeas. "Me preocupa que usted haya defendido, una vez más, una idea estrecha y poco elevada de Europa. Esa posición cicatera no es la que nos conviene a los españoles, ni la que Europa debe ofrecer a sus ciudadanos ni al resto del mundo". Y añadió: "Señor Aznar, yo no sé si su actitud se debe simplemente a que no cree en un proyecto europeo de calado político, o si obedece, lo que es aún más grave, a que no tiene ningún proyecto en este tema tan crucial".

Julio Anguita, líder de IU, denunció la inanidad de un falso debate como el de ayer, que calificó como "una sucesión de monólogos", y reclamó abordar en un pleno de la Cámara "el momento, el proceso y el futuro de la UE". Para Anguita, la cumbre de Helsinki ha sido un ejercicio de "brillante pirotecnia" con muchos mensajes mediáticos que ocultan más que informan.

Los nacionalistas criticaron la invitación a Turquía para ser miembro de la UE sin que en el país hayan cesado las violaciones de derechos humanos, en concreto sobre la minoría kurda. El Gobierno español ha sido uno de los principales abogados del Gobierno de Ankara. Aznar recordó que la invitación al proceso de adhesión está condicionada a la aceptación de los principios de un Estado de derecho.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de diciembre de 1999

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