Los esquiadores pueden estar de enhorabuena. Las fuertes nevadas caídas ayer garantizan prácticamente el desarrollo normal de la campaña. Mientras que las primeras precipitaciones sirvieron para crear la base necesaria, una vez realizados los trabajos pertinentes por parte de las estaciones, la nieve que ahora llega permite garantizar la disponibilidad de pistas en la mayor parte de los casos sin necesidad de acudir a la innivación artificial.
Si el comienzo de la temporada con las estaciones al completo para el pasado puente de la Inmaculada resultó un éxito, las fuertes nevadas caídas en las últimas horas permiten mantener el optimismo.El director de la estación cántabra de Alto Campoo, Jose María Fernández, destacaba ayer tarde "la cantidad de nieve que está trayendo este frente. Ha comenzado a nevar a las seis de la mañana y todavía no ha parado de manera que los espesores se van a incrementar muy seriamente".
El problema se suscita por los trabajos a realizar para dejar la estación en las mejores condiciones de cara, esencialmente, al próximo fin de semana. Fernández confirmó "el trabajo a destajo que estamos realizando en todos los centros invernales. Hay que pisar todo lo que está cayendo, lo que, en nuestro caso, se une a la labor para poner en marcha la telesilla cuatriplaza desembragable que pretendemos inaugurar en enero".
Lógicamente, las precipitaciones no sólo sirven para aumentar los espesores, sino también para mejorar el tipo de nieve. Ésta vuelve a ser de calidad polvo, lo que favorece el disfrute del deporte blanco además de facilitar el descenso por las pistas siempre que éstas hayan sido pisadas convenientemente.
Mención especial merecen los accesos a las estaciones especialmente para aquellos que vayan a acercarse a alguna de ellas durante esta jornada en la que se mantiene el riesgo de nevadas. La necesidad de llevar las cadenas se confirma al tiempo que se exige una tipo de conducción sin reacciones bruscas que evite las sorpresas desagradables.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de diciembre de 1999