Dippy, el diplodocus más famoso de España, cumple hoy 100 años. El 22 de diciembre de 1899, un investigador del Museo de Historia Natural de Nueva York, llamado William Reed, encontró, bajo el subsuelo de Wyoming (Estados Unidos), un gigantesco fémur de 1,5 metros. "Si eso era un fémur, ¿cómo sería el resto del esqueleto?, se preguntó en aquel momento Reed", señala Dolores Ramírez, responsable del departamento de exposiciones del Museo de Ciencias Naturales de Madrid.Impresionado por el descubrimiento, pidió ayuda al mecenas Andrew Carnegie, que, emocionado, emprendió la búsqueda. Pero el primer intento fue un fracaso: sólo apareció otro hueso. Sin embargo, el equipo no se rindió. Desenterró, palmo a palmo, toda la zona, hasta que, 30 millas más allá del primer descubrimiento, se hallaron decenas de gigantescos huesos. De esta manera, la humanidad conoció que hace unos 220 millones de años, en pleno Jurásico Superior, un herbívoro de 12 toneladas (el doble de lo que pesa un gran elefante africano) deglutía toda la vegetación que encontraba a su paso. Le llamaron Diplodocus carnegiei, en honor al mecenas. "Estos animales desaparecieron hace 65 millones de años. Aún se desconoce cuál fue la razón que llevó a su extinción", recuerda Ramírez.
Finalmente, Carnegie ordenó construir 10 réplicas del original y las distribuyó entre los principales museos del mundo. Fue un taller italiano el encargado de construir las copias en escayola. En 1913, el diplodocus, de 25,6 metros de longitud y 4,5 de altura, llegó a Madrid. El rey, Alfonso XIII, ordenó que fuera expuesto en el Museo de Ciencias Naturales. "Bien es verdad", reconoce Dolores Ramírez, "que en torno a este ejemplar existen bastantes equívocos. El primero es que es una réplica y el segundo que no todos los huesos corresponden al mismo animal, ya que la expedición de Carnegie no fue capaz de encontrar todo el esqueleto completo".
Y desde entonces, el diplodocus, que se conoce familiarmente como Dippy, pasó a formar parte de la historia de Madrid. El museo, para celebrar este centenario, ha decidido hacerle una fiesta de cumpleaños, cuyos festejos se alargarán hasta el día 31. Habrá cuentacuentos, talleres de plástica y dramatización y un concurso. Podrán participar los niños de entre 4 y 12 años. Los interesados podrán presentar dibujos, pinturas o esculturas relacionadas con Dippy. El día 30 se entregarán los premios.
Centenario de Dippy. Del 23 de diciembre al 5 de enero. De 12.00 a 13.00. Museo Nacional de Ciencias Naturales. José Gutiérrez Abascal, 2.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de diciembre de 1999