El Ayuntamiento nos insta a que utilicemos los transportes públicos, y no nuestros vehículos. Es muy difícil que sigamos esta recomendación mientras los transportes, concretamente los autobuses, no presenten un servicio adecuado y, sobre todo, no sean más numerosos en sus frecuencias.Hace días, sobre las diez de la noche, una hora no demasiado tardía, esperaba al autobús de la línea 3 en la calle de Caballero de Gracia. El autobús tardó 50 minutos en llegar y lo hizo medio vacío de pasajeros.
Se me dirá que a la empresa no le resulta rentable que circulen autobuses medio vacíos, si se concibe como negocio, no como un servicio público.- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de diciembre de 1999