Coincidiendo con el 150º aniversario del nacimiento del arquitecto modernista catalán Lluís Domènech i Montaner, ayer se proclamó en Canet de Mar (Barcelona) el año Domènech i Montaner. Se trata de una iniciativa que además de difundir la obra del arquitecto pretende reclamar y reivindicar la figura de este polifacético artista, considerado uno de los máximos exponentes del modernismo y a quien el consejero de Cultura de la Generalitat, Jordi Vilajoana, definió ayer como "una de las grandes personalidades del siglo pasado".Pero, además de la arquitectura, Lluís Domènech i Montaner -autor, entre otros edificios, del Palau de la Música de Barcelona- cultivó otras facetas artísticas y culturales que han pasado más desapercibidas. La concejal de Cultura de Canet de Mar, Anna Ardil, reclamó que se sitúe a Domènech i Montaner "en el lugar que le corresponde por su calidad y categoría". Ardil lamentó que Domènech i Montaner no sea tan reconocido como Antoni Gaudí, de quien fue profesor.
Para destacar y difundir la personalidad innovadora de Domènech i Montaner, se está elaborando un programa de actos, organizado conjuntamente por los ayuntamientos de Canet de Mar, Barcelona y Reus, que incluirá conferencias, exposiciones, la edición de un libro y la promoción turística, mediante rutas modernistas. La finalidad última de este programa es dar a conocer todas las facetas de la figura de Domènech i Montaner, a quien el director general del Patrimonio Cultural de la Generalitat, Vicenç Villatoro, definió como "un personaje que encarna la gran explosión de civilización y cultura que se produjo en el modernismo". En opinión de Villatoro, la propuesta de Domènech i Montaner no es sólo la estética del modernismo catalán, sino que se trata de "una apuesta política, es un proyecto cívico y de país".
Después de los parlamentos se dio a conocer el logotipo que se convertirá en el emblema del año Domènech i Montaner: la figura de un gallo extraída de un adorno de un edificio obra del arquitecto situado en el parque de la Ciutadella de Barcelona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de diciembre de 1999