Konrad Kalejs, acusado de atrocidades contra los judíos de Letonia, viajó ayer a la seguridad de su patria adoptiva, Australia, desafiando los esfuerzos del Gobierno de Londres por arrestar, procesar y extraditar a criminales de guerra como el chileno Augusto Pinochet.El avión que llevó a Kalejs, de 86 años -un jet de Singapore Airlines- hasta Australia debió ser un aliciente para los abogados que defienden a Pinochet. Previamente, Kalejs había sido deportado de EEUU y Canadá, y en los últimos meses se instaló en una elegante residencia cerca de Londres.
Las acusaciones contra Kalejs incluyen su participación en la muerte de entre 20.000 y 30.000 personas. La comunidad judía está furiosa con el Gobierno británico al que, por cierto, le ha nacido otro problema: las denuncias de opositores al régimen dictatorial de Bahrein, sobre la impunidad de un coronel del Ejército británico llamado Ian Henderson, de 71 años, considerado jefe del aparato represivo de la isla y localizado ahora en el condado de Devon.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de enero de 2000