El Sindicat de Treballadors de l"Ensenyament del País Valencià (STEPV), advirtió ayer que durante el próximo curso, la Consejería de Educación, que dirige Manuel Tarancón, seguirá sin garantizar la educación pública de los escolares de tres años, dejando este campo abierto para la enseñanza privada. El sindicato de enseñanza respondió ayer a la documentación ofrecida por la consejería sobre los planes de la composición de los centros públicos de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial durante el próximo curso (2000-2001), que analizan el número de clases y profesores que se asignarán a las escuelas en función de la oferta prevista. La suma de docentes por alumnos es "muy baja" y en general habría que aumentar el número de profesores, según el sindicato.Esta situación es particularmente llamativa en las escuelas rurales, en las clases compensatorias -aquellas destinadas a reforzar a los niños de barrios con problemas sociales particulares- o en la educación especial -dirigida a niños afectados de discapacidades-, a juicio del sindicato, razón por la cual, "no se atienden las demandas de la educación pública".
El sindicato incide también en el hecho de que durante el próximo curso se mantendrá una elevada tasa de alumnado del primer ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) escolarizado en escuelas y no en institutos por la "falta de previsión" del departamento que dirige Tarancón. El STEPV estima que durante el año próximo se mantendrá la proporción del 60% de alumnado de ESO en escuelas.
Tras haber sido remitidos a los sindicatos, los documentos sobre instrucciones para el curso próximo -uno para profesores y otro por clases- se enfrentan a su paso por los consejos escolares municipales. Desde el STEPV se pidió ayer a los consejos escolares que analicen con detalle las propuestas que presenta la Administración educativa y se opongan para lograr reconducir los defectos que, a su entender, presentan ambos proyectos de la consejería que dirige Manuel Tarancón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de enero de 2000