Varios suboficiales retirados de la Armada argentina fueron detenidos la noche del viernes en Mar del Plata (unos 400 kilómetros al sur de Buenos Aires) por el presunto robo de hijos de desaparecidos nacidos durante la dictadura militar (1976-1983), en lo que puede ser la primera operación en la que se pruebe el carácter sistemático de la sustracción de menores en Argentina.Los detenidos, entre seis y nueve marinos, según diversas fuentes, serán interrogados el lunes en el marco de varias voluminosas causas, que tramitan dos jueces federales de Buenos Aires, sobre el secuestro, apropiación y cambio de identidad de casi un centenar de hijos de desaparecidos.
El diario bonaerense Página12 reveló ayer que la Gendarmería (policía de fronteras) allanó la noche del viernes, por orden de la juez federal María Servini de Cubría, viviendas de un barrio militar en Mar del Plata. Durante ese registro fueron detenidos nueve suboficiales retirados de la Armada, según confirmó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carloto, aunque otra fuente de la marina de guerra argentina aseguró que "sólo hay seis personas demoradas".
Todos los detenidos cuentan con hijos nacidos entre 1976 y 1980, niños que tienen ahora entre 23 y 27 años y que fueron inscritos como propios por los suboficiales. Página 12 considera que el número de hijos puede estar entre 10 y 13, dado que varios miembros de la Armada se quedaron con más de un niño.
Según la presidenta de las Abuelas de Mayo, la entidad que es querellante en estas causas, gracias a la documentación incautada en la oficinas de la jefatura y de la obra social de la Armada, en el centro de Buenos Aires, se pudo determinar que las esposas de varios suboficiales navales tuvieron hijos "en circunstancias extrañas". "En muchos casos hay registros de partos en domicilios particulares, cuando para ello disponían de clínicas cercanas a su obra social. En otros no existe documentación médica previa de atención de la presunta embarazada", aseguró Estela Carloto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de enero de 2000