El Karmapa Lama, el número tres del budismo tibetano, cuya huida ha reconocido esta semana el Gobierno chino, se fugó debido a la represión de la libertad religiosa por parte de las autoridades de Pekín, que le habían negado un visado de salida, según sus seguidores estadounidenses. Un comunicado publicado ayer en la página oficial en Internet del Karmapa Lama en EEUU ponía así en cuestión la versión china, que afirma que el muchacho de 14 años designado como 17ª reencarnación del Karmapa Lama no ha traicionado al país e iba a regresar.El Karmapa Lama llegó el 5 de enero a Dharamsala, sede en India del Dalai Lama (número uno del budismo tibetano), después de una semana de travesía por las nevadas cumbres himalayas. Según la citada página en Internet, el chico dejó una carta en la que explicaba que ha tratado de obtener un visado de salida para viajar al exterior como cabeza de la rama Kagyu del budismo tibetano. "El Gobierno chino nunca accedió a estas peticiones y no le dejó más opción que huir", dice el comunicado.
Según la versión china, el Karmapa Lama dejó atrás una carta en la que decía que iba a buscar unos instrumentos y sombreros negros que usó en una vida anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de enero de 2000