La detención de José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, el 11 de enero de 1989 en Bayona, un día después de que ETA declarara la primera tregua unilateral que posibilitó las conversaciones de Argel entre ETA y el Gobierno socialista obedeció a una estrategia calculada: apartarlo del diálogo que iba a comenzar y evitar así su influencia directa sobre Eugenio Etxebeste, Antxon, interlocutor de ETA en Argel.Josu Ternera era en aquel momento el jefe militar y político como sucesor de Txomin Iturbe, detenido tres años antes. En su época como jefe de ETA se perpetraron los actos terroristas más sangrientos. Se trataba de golpear muy duro para "acumular fuerzas" ante la negociación. Y se produjeron los primeros atentados con coche-bomba, para hacer "moverse" al Gobierno -en un Hipercor de Barcelona y en cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza-. Su sucesor, Francisco Mujika Garmendia, Pakito, continuó impulsando este tipo de atentados.
Los 11 años de cárcel en Francia y España no le han restado carisma y le han proporcionado un conocimiento directo del colectivo de presos. Sigue siendo considerado el jefe, como lo muestra su reciente designación por la actual dirección de ETA como su interlocutor con el Gobierno. O su inclusión como candidato de EH al Parlamento vasco, amparado en su condición de preventivo.Una vez elegido parlamentario fue designado representante de EH en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, lo que provocó un escándalo.
EH lo presentó como candidato a concejal por su pueblo, Miraballes (Vizcaya), donde resultó elegido. Llegó a tomar posesión en loor de multitudes, para dimitir poco después.
La puesta en libertad de Josu Ternera incorpora al proceso político al que ha sido jefe de una de las etapas de ETA más violentas e intransigentes en el sentido político. El jefe que intervino decisivamente en la desaparición de HASI (el núcleo duro de la coalición HB hasta finales de los 80), para evitar que ETA perdiera la dirección política del MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco) en beneficio de HASI, está ahora a tiempo de invertir los papeles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de enero de 2000