Estoy oyendo en los diversos medios de comunicación los acontecimientos que se están produciendo en torno al Club Atlético de Madrid, y en particular con su presidente. Como aficionada que soy de este club y como ciudadana simplemente, no puedo por menos que manifestar mi indignación con la forma que han tenido de arrebatarle a Jesús Gil una doble propiedad legal, sin demostrar antes las severas acusaciones vertidas contra él, y que constitucionalmente cualquier español de a pie tiene derecho a ello.Y digo una doble propiedad porque no sólo es propietario del 95% de las acciones del club, sino que es por derecho propio presidente del club, ganando legalmente en las urnas, además de estar siendo avalado por los jugadores, técnicos, personal del club y por la inmensa mayoría de los seguidores. Mi gran temor es que, como siga rigiendo el club el señor Rubí de una manera tan nefasta como hasta ahora, desgraciadamente sólo podremos lamentarnos los aficionados dentro de unos meses de la desaparición de un club tan querido.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de enero de 2000