La primera vuelta de la Liga ha mostrado, en el terreno individual, la asombrosa precisión anotadora de cuatro hombres -Salva (20 goles), Milosevic (18), Hasselbaink (17) y Catanha (15)-, que, en el ecuador del torneo, ya podrían haberse consagrado pichichis de otras Ligas completas (sobre todo Salva), como la 1990-91, en la que Butragueño fue el máximo realizador con 19 goles, o la de siete años antes, cuando Juanito y Da Silva fueron pichichis con 17. Todos ellos hubieran sido ya los goleadores de la temporada 1968-69: ese año los que más marcaron fueron Amancio y Gárate, con 14.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de enero de 2000